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CONOCIENDO AL KAMADO B10

El KB10, es la parrilla más sofisticada, el horno de barro más tecnológico, un gran ahumadero y la forma más eficiente para asar y cocinar con Wok, Paella, Disco o Cacerola.

EL KAMADO, UN ARTE MILENARIO

El término Kamado se remonta a unos 2.500 años en Japón. Significa: lugar de cocina, un amplio sentido del arte de cocinar o simplemente todos los usos que le daban: HORNO DE BARRO, PARRILLA, COCINA, SALAMANDRA Y AHUMADERO.

La designación «Kamado» (pronunciar Kamadó), según los japoneses está únicamente asociada al que se fabrica a partir del barro con una técnica manual.

Esto asegura características únicas de transmisión de sabor y retención del calor. Nosotros, en Argentina cumplimos con esta premisa logrando un material de diseño superior al japonés. La técnica de fabricación también supera a la japonesa, habiendo logrado mayor resistencia a altas temperaturas y mayor retención del calor.

Esto lo pone en ventaja frente a imitaciones chinas o reproducciones industrializadas que utilizan «compuestos cerámicos» o metal, que no poseen ninguna de las cualidades indispensables para ser llamados o asociados con el concepto de “Kamado”.

 

28 AÑOS CREANDO KAMADOS

DECADA DE LOS '50

En Estados Unidos fue introducido en la década del 50′ por pilotos de la US AIR FORCE, desde el Japón de pos guerra con la marca “Hibachi Pot”. Debido a su  éxito, numerosos fabricantes de BBQ llamaron a sus braseros Hibachi. Por eso decidieron cambiar la marca a «Kamado POT», remitiéndose a la forma de cocción, con una vasija de barro. Finalmente la marca terminó siendo «Imperial Kamado».

DECADA DE LOS '60

En el año 66’ el piloto argentino Héctor L. Cocito conoció los Kamado en San Francisco. Héctor invitaba a comer asados argentinos a los americanos, mientras ellos lo invitaban a comer con sus Hibachis. Finalmente los pilotos americanos le trajeron uno de regalo de Japón y, en el año 68, Héctor lo trajo a la Argentina, al balcón de su departamento. Ese es el primer registro de un Kamado en nuestro país.

DECADA DE LOS '90

En el año 1994, Martín Béraud (Diseñador industrial) y sobrino de Héctor L. Cocito, contactó a un fabricante de Hibachi, en Japón para importarlos.
Logró la exclusividad y trajo el primer container. Recién llegados, los presentó en diversas exposiciones. Así nació un show de cocina en vivo, donde la sorpresa de cocinar a la brasas en un lugar cerrado, sin humo y mínimo olor, con un gusto sorprendente, hizo que las ventas se dispararan, instalando el 80 % en balcones.
En 1995 se dejaron de fabricar Kamados en Japón y la fábrica pasó a China debido al elevado valor del Yen respecto al Dólar y un mercado interno muy pequeño. En 1998, el dueño de la fábrica de los Imperial Kamados, Makoto Nagaoka, se puso en contacto con Martin Beraud para que viajara a China a supervisar y llevar adelante la producción de Kamados y así poder mantener los estándares de calidad en China. Beráud finalmente no viajó y la fábrica, al no encontrar sucesor, en el 2001 cerró.

KB10 SU REDISEÑO ACTUAL, ARTESANAL Y ARGENTINO

Del griego «Bios» (vida), «ica» (relativo a), la Biónica se dedica a implementar soluciones biológicas  a problemas de diseño.

Justamente un buen ejemplo es como nuestro mundo con forma de huevo contiene el calor en su interior. No es descabellado pensar que nuestra cocina cerámica  proviene de un modelo perfecto.

A raíz del éxito de las cualidades de estas cocinas cerámicas, se comenzaron a fabricar en distintas latitudes con diferentes compuestos y tecnologías. En Argentina, optamos por el modelo japonés, destinado a cocinar a bajas temperaturas. En el resto del mundo se fabrican BBQ cerámicas inspiradas en las originales japonesas, en forma industrializada donde el material es más compacto, no posee poros, pierden hasta 4 a 6 veces más rápido la temperatura y están diseñadas para cocinar a la flama.

En Argentina asamos con parrillas altas pasando brasa de a poco, logrando asar a 70°C de temperatura, así se logran carnes mas tiernas y sabrosas.

Artesanal, pues este material logra cualidades únicas con el contacto de la mano del hombre. Algo similar ocurre con el pan y la pasta casera. Se podrán hacer con un robot, pero el sabor logrado por el amasado del hombre hará la sutil diferencia.

Particular cuidado se tomó con respecto a las terminaciones superficiales con las mejores pinturas y el uso de acero inoxidable, brindando así un buen envejecimiento al producto.

Finalmente Béraud le propone que desarrolle la fórmula y que él le pagaría por eso. La respuesta fue contundente: «No». ¿Cómo que no? respondió riendo. Chiti le dijo: «Vas a venir vos a aprender cómo hacerla».

2 años, 2 horas por día, sentado en la punta de una mesa fue el inicio. Luego de varios encuentros, Chiti me pidió que sostuviera con una gran pinza una probeta de cerámica (tableta cerámica para testear). Chiti con un gran soplete calentó la pieza hasta que estuvo al rojo cereza y le pidió a Béraud que la sumergiera en una jarra con agua fría. Así lo hizo. El agua comenzó a hervir en forma instantánea. La prueba había sido un éxito: ¡la probeta no se rompió! Había sido expuesta al mayor estrés térmico que podía tener. Es el día de hoy, que Béraud se pregunta como no se rompió la jarra de agua. Así Beráud empieza a hacer prototipos hasta llegar, dos años después, a la formula final, que por su puesto es secreta.

Una vez logrado el material, Béraud tenía que definir el modo de fabricación. El primer intento fue con moldes de yeso por la mitad, lo que no funcionó porque los kamados se ovalaban. Allí empezó una serie de entrevistas con profesores para encontrar cuál era el mejor sistema. En los siguientes años probó distintas formas hasta que entendió que el torno era, aunque la más trabajosa, su mejor opción.

Fabricar KB10 en Argentina nos asegura el control de su calidad para que este no sea un KB9.

KAMADO EN JAPONÉS SIGNIFICA «LUGAR DE COCINA, O UN AMPLIO
SENTIDO DEL ARTE DE COCINAR»

El cocinar es un arte, y no es de extrañar que en todas las culturas y en todos los tiempos se buscara la exigencia culinaria. Consigue ofrecerte el sabor exquisito de sus platos transformándolos en experiencia y así con cada bocado puedas degustar sus sabores. El arte de cocinar lleva un uso racional de la energía, seguridad y comodidad, cocinar permite transmitir nuestras cualidades y enseñanzas hacia el comensal. En todas partes del mundo se tienen diferentes formas de cocinar ; en el mundo occidental es común el uso de las parrillas y cacerolas sobre las brasas; en el mundo asiático se utilizan los braseros y hornos hechos de arcilla, hierro o madera, cada una con diferentes denominaciones y configuraciones, como el:

– Hibachi: Denominado así por su forma contenedora de brasas.

– Mushikamado: Llamado así para cocinar el arroz al vapor.

– Tandoor: Horno de forma cilíndrica, utilizado en la India y Pakistán.

¿TODAVÍA NO TE DECIDISTE?

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Con tu Kamado B10 descubrirás un nuevo mundo de sabores. Verás que un kB10 no es sólo un «horno de barro», se convertirá en tu primera opción a la hora de agasajar a tus invitados. Se convertirá en un modo de vida.